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El enfoque MIP se puede aplicar tanto en entornos agrícolas como en los que no lo son, tales como el hogar, el jardín y el lugar de trabajo. El MIP utiliza todas las opciones apropiadas de manejo de plagas, incluyendo, pero no limitándose al uso sensato de los pesticidas. Por el contrario, la producción orgánica de alimentos emplea muchos de los conceptos de IPM, pero limita el uso de pesticidas a aquellos que derivan de fuentes naturales, en oposición a las sustancias químicas sintéticas.
El MIP no es un único método de control de plagas, sino una serie de evaluaciones de manejo de plagas, decisiones y controles. Al practicar el MIP, quienes cultivan alimentos y son conscientes del potencial de infestación por plagas, siguen un enfoque de cuatro etapas. Tales pasos incluyen:
Antes de llevar a cabo cualquier acción para el control de la plaga, el IPM en primer lugar determina un umbral de acción: un punto en el cual las poblaciones de plagas o las condiciones del medio ambiente indican que se debe llevar a cabo una acción. El avistamiento de una única plaga no siempre significa que se necesite el control. El nivel al cual las plagas se convertirán en una amenaza económica es crítico para guiar las decisiones futuras del control de la plaga.
No todos los insectos, malezas y otros organismos vivos requieren control. Muchos organismos son inofensivos, y algunos son hasta beneficiosos. Los programas del MIP funcionan para monitorear las plagas e identificarlas con precisión, de modo que se puedan tomar decisiones apropiadas para el control, en conjunción con los umbrales de acción. El monitoreo y la identificación elimina la posibilidad de que los pesticidas se utilicen cuando en realidad no se necesiten, o que se emplee el tipo de pesticida equivocado.
En primer lugar en el control de plagas, los programas del IPM están diseñados para manejar cultivos, césped o espacio interior para evitar que las plagas se transformen en una amenaza. En un cultivo agrícola, esto puede implicar el uso de métodos de cultivo tales como rotación de distintos cultivos, selección de variedades resistentes a las plagas y la siembra de retoños libres de plagas. Estos métodos de control pueden ser muy eficaces y eficientes con respecto al costo, y presenta bajo o ningún riesgo para las personas y el medio ambiente.
Una vez que el monitoreo, la identificación y los umbrales de acción indican que se requiere el control de plagas, y los métodos preventivos ya no son efectivos o no están disponibles, los programas del IPM evalúan el método de control apropiado en cuanto a eficacia y riesgo. Primero se eligen los controles de plaga que sean eficaces, menos riesgosos, incluyendo los químicos muy específicos tales como las feromonas para ocasionar trastornos de apareamiento de plagas, o control mecánico, tales como utilizar trampas o desmalezar. Si posteriormente, el monitoreo, las identificaciones y los umbrales de acción indican que los controles menos riesgosos no están funcionando, luego se aplicarían métodos de control de plagas adicionales, tales como el rociado específico con pesticidas. La pulverización en general con pesticidas no específicos es un último recurso.
Con estos pasos, el MIP se describe mejor como una continuidad. Muchos, quizás la mayoría, de productores agropecuarios identifican sus plagas antes de aplicar los pesticidas. Un grupo menor de agricultores emplean pesticidas menos riesgosos, tales como las feromonas. Todos estos agricultores están en el continuo del MIP. El objetivo es que los agricultores se sigan desplazando sobre ese continuo y lleguen a aplicar todas las técnicas apropiadas del MIP.
En la mayoría de los casos, los alimentos que se cultivan empleando prácticas del MIP no están identificados en el mercado como alimentos orgánicos. No existe una certificación nacional para los agricultores que aplican el IPM, como lo ha hecho el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para los alimentos orgánicos. Debido a que el MIP es un proceso de control de plagas complejo, y no sólo una serie de prácticas, es imposible utilizar una definición del MIP para todos los alimentos y todas las áreas del país. Muchos productores individuales de productos agrícolas o frutos para tales cultivos como papas y frutillas, están trabajando para definir lo que significa el MIP para su cultivo y su región, y están disponibles alimentos con la etiqueta del IPM en áreas limitadas. Con las definiciones, los productores podrían comenzar a comercializar más sus productos como “Cultivado con el MIP”, lo que brinda a los consumidores otra opción a la hora de comprar sus alimentos.
Sí, los mismos principios utilizados por extensas granjas se pueden aplicar a su propio jardín, si se aplica el enfoque de cuatro etapas que se reseñó arriba. Para mayor información específica sobre la práctica del MIP en su jardín, usted puede comunicarse con Servicios de Extensión, por los servicios de un experto en jardinería.