Los insectos suelen ser terriblemente ecónomos en la utilización de energía, por lo que al tener suciedad y alimento por todas partes, difícilmente se desplacen por alimentos que les resulten más atractivos como los geles cucarachicidas. Por otra parte, los aceites y grasas son impermeables para los insecticidas aplicados por fumigación en los ambientes contaminados. Al ser insectos gregarios, la permanencia de la suciedad generada por las mismas cucarachas, fomenta la existencia de nidos de cucarachas, dado que las feromonas depositadas atraen insectos a los lugares de anidamiento. Más importante aun es que en un ambiente más higienizado las plagas no suelen delatarse hasta que la presión de plaga llega a niveles inaceptables, o sea que al descubrir que hay una plaga de cucarachas, uno descubre una plaga que ya es muy seria. Durante la inspección previa es dónde realmente se realiza el control de plagas, una buena inspección es la base de un control seguro y efectivo de plagas. Esta inspección previa se facilita enormemente si el lugar está limpio y ordenado. A todo esto se suma que no sólo la fumigación es más simple si el lugar es higiénico, también es más agradable vivir y trabajar en lugares ordenados y aptos. En general no alcanza con probar de todo para insectos.